La edad no es cuestión de años sino de actitud

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La edad no es cuestión de años sino de actitud

El sentimiento de soledad puede aparecer en personas mayores (y no tan mayores) que viven solas, están viudas y padecen pérdidas de autonomía como hacerse la comida, bañarse, salir solas a la calle… Esas y otras ideas extienden la creencia de que el envejecimiento y la soledad son dos cosas que siempre van unidas. Y esto no siempre es así como veremos a continuación.

La soledad se caracteriza por ser una experiencia incómoda que produce en la persona sentimientos de baja autoestima, alienación (o decir que sí a cosas que bien pueden no quererse), marginación, ansiedad e insatisfacción cuando ésta realiza interacciones sociales.

Con el paso de los años, las personas tienen más probabilidades de padecer desajustes físicos, psicológicos. Esto hace que la persona mayor (y no tan mayor) se aleje de sus redes sociales y como resultado tenga sentimientos de aislamiento y soledad.

FACTORES DE ¿RIESGO? Y ALGUNAS SOLUCIONES.

Es difícil identificar qué factores desencadenan el sentimiento de soledad, pero situaciones de ruptura, el cambio de domicilio, muerte de la pareja, la jubilación, la pérdida de autonomía y todos los cambios que afectan a las redes sociales producen el desequilibrio entre las necesidades y los deseos de relación social del individuo. Veamos algunos factores que tienen una gran relación con la soledad:

1.- La situación familiar es un factor muy importante en la aparición de sentimientos de soledad. Según un estudio, el 15% de mujeres casadas experimentaba este sentimiento frente al 54% de las mujeres que vivían solas. Estar rodeada/o de los familiares hará que ese sentimiento desaparezca o esté en menor medida. Y es que tu entorno familiar es un gran apoyo cuando aparezcan ese tipo de sentimientos.

2.- La edad puede ser un factor de riesgo. Sin embargo, se ha visto que adolescentes pueden llegar a puntuar más alto en soledad que algunas personas mayores. Es por ello que la edad no está directamente relacionada con la soledad. Cuántas veces no habremos visto gente mayor que está siempre con una sonrisa y no para quieta.

3.- El estado de salud. Cuanto peor es la salud física, el sentimiento de soledad es más agudo y aparece con mayor frecuencia, pues tienden a relacionarse poco y participan en menos actividades sociales. Por eso, tratar de estar activo es un factor para disminuir esos sentimientos. El hecho de mantener una actividad física diaria (salir a caminar, andar más de 30 minutos, ir a las máquinas que hay en los parques), puede ayudar a que la salud se mantenga en un nivel adecuado a la edad.

4.- El nivel económico no tiene relación alguna con la aparición de sentimientos de soledad. Por lo que hay muchas actividades gratuitas que se pueden hacer como buscar grupos que se reúnan para caminar, apuntarse a cursos por los que tengas curiosidad…

CONCLUSIÓN.

Antes de concluir, me gustaría ilustrar con un relato de un vídeo de YouTube llamado “El síndrome nido vacío” en el que se refleja ese sentimiento de soledad o vacío: “uno se amolda a la nueva situación, a su relación de pareja y descubre otras cosas; a veces no está tan malo. Es un impacto, pero surgen cosas”, “aunque uno tenga muchos años de pareja, se vuelve a encontrar y vuelve a armar cosas en común. Al principio me daba miedo (…), pero empezamos a organizar una vida más en común. Aunque se vayan de la casa (…), se construye una relación distinta”. Esas palabras representan que ese sentimiento puede superarse buscando una nueva perspectiva, rellenar ese hueco que se ha quedado con amor, cariño y sobre todo, con actividades que antes no se podían hacer.


Tener sentimientos de soledad es normal. No importa la edad. En este Artículo se ha centrado en la vejez porque es cuando aparecen con más frecuencia, pero como hemos visto en el factor 2, no hay una relación directa.

Muchas son las veces en que teniendo todo lo que podríamos tener (“es que tengo todo lo que podría pedir y aún así no me siento bien”), hay algo que no te hace sentir bien del todo. Es conveniente analizar qué puede haber detrás de ese sentimiento que no te permite ser feliz. De ese modo podrás dar solución a “eso” (puede ser de tipo material, sentimental, contigo misma/o, con el trabajo…) y volver a sentirte como realmente quieres.

Como en una ocasión escuché: “la edad no es cuestión de años, sino de actitud”.

Jorge Perpiñá González, Psicólogo en Valencia.

FUENTE: Jorge Psicólogo

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