Un pequeño pueblo ideado sólamente para ancianos con demencia senil

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Un pequeño pueblo ideado sólamente para ancianos con demencia senil

En los alrededores de la ciudad de Weesp, Holanda, se ubica un curioso complejo llamado Hogeweyk. Este centro es pionero en el desarrollo de instalaciones pensadas exclusivamente para el cuidado de personas de avanzada edad, que manifiestan demencia senil. El lugar ha sido comparado con la escenografía de la película “The Truman Show”, y en él viven 152 residentes, que son supervisados y cuidados las 24 horas del día por doctores, enfermeras y especialistas. La residencia Hogeweyk parece mucho más acogedora que una casa de acogida común y corriente, y lo positivo es que en ella los ancianos tienen mayor independencia y requieren menos medicación

Hogeweyk es una especie de condominio especialmente diseñado, que cuenta con 23 casas que reúnen, en total, a 152 ancianos con demencia senil.  Todas estas casas cuentan con asistencia de enfermeras, cocineras y asesoras de hogar, y están diferenciadas según distintos estilos de vida: hay casas para los más adinerados, para cristianos, o para los más artistas y relajados. Hay opciones también para aquellos que les gusta estar tranquilos y sentirse en casa, o para aquellos más activos y urbanos. Los residentes pueden ir a hacer las compras en el supermercado del centro, lo que aumenta su autonomía y sensación de independencia.  Las calles y los parques están diseñados para que ellos puedan caminar sin complicaciones y, tal como cualquier otro pueblo, Hogeweyk ofrece opciones interesantes como un restaurante, un bar y una sala de cine.

El centro sólo admite pacientes clasificados como casos graves de demencia o de enfermedad de Alzheimer. Según la Organización Mundial de la Salud, 35,6 millones de personas tienen demencia, y 7,7 millones de casos se diagnostican cada año. A ese ritmo, se piensa que el número de ancianos seniles se duplicará para el 2030 (fuente). Hogeweyk fue diseñado por los arquitectos Molenaar, Bol y VanDillen, y abrió sus puertas en diciembre del 2009. Su costo de construcción se eleva a los €19,3 millones y fue financiado principalmente por el gobierno holandés y el patrocinio de las organizaciones locales. La mensualidad es similar a la de una casa de acogida tradicional.

Los doctores y enfermeras a cargo se esfuerzan para conseguir que esta experiencia sea asimile lo más posible a las anteriores vidas de los residentes. Hacen las compras y pueden cocinar por su cuenta (aunque claro, siempre con supervisión). Las enfermeras usan ropa normal, no delantales ni uniformes clínicos, y tienen un trato amable y cálido con los ancianos. Cada estilo de cada funciona de manera diferente, pero el criterio es el mismo: lograr que los residentes se sientan seguros y confiados. Cada uno de ellos tiene su propia habitación (sin seguro, por precaución), y pueden reunirse con los otros residentes en la cocina, el comedor o la salita de estar. La idea es que se relacionen entre ellos como en el mundo real.

Con el fin de mantener esta “falsa realidad”, el personal no corrige a los residentes cuando comienzan a hablar de sus confusos recuerdos y antecedentes. Al mismo tiempo, no engañan a los pacientes si estos preguntan directamente dónde están. Debido a la naturaleza de la enfermedad de Alzheimer y la demencia, las víctimas recuerdan el pasado de manera distante, y muchas veces las respuestas son olvidadas rápidamente.

 

FUENTE: www.upsocl.com/

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